This is how you fuck a cyclist in the outskirts of Lima

¿Qué le ha pasado?

Uy, amigo, pero qué rico estás.

Listo, ¿no? Se arma el gota.

Vamos a ver...

Amiga...

¿Qué tal? ¿Estás bien?

No, no estoy bien. Me acaban de robar mi bicicleta.

No sé qué hacer.

¿Ah, sí? ¿Cómo así?

Sí, me la acaban de robar. No sé.

La dejé parqueada aquí y ahora no la encuentro.

¡Wow! Imagínate, ¿cómo no la encontré antes?

Para darle su merecido, ese ladrón.

¡Ay, en serio!

Sí, claro, por supuesto. Por ti.

Imagínate, qué hermosa.

¡Ay, gracias! Se te nota fuerte, ¿eh?

Gracias. Te lo dicen todas.

¡Ay, yo le digo lo mismo a todos!

¡Wow!

Sí, ahora no sé qué hacer.

Tan lejos que estoy de mi casa y ahora...

¿Cómo llego? No tengo celular.

Pero necesitas hacer una llamada.

Sí. Si quieres, te presto mi teléfono.

Sí, por favor, apóyame.

Va, está bien.

¡Puta! Lo he dejado en mi celular.

En mi depa, por... ¡Ay!

¡Ay, no me digas que también dejaste las llaves!

A ver...

De tu depa. A ver si lo buscamos.

No, aquí están.

¿Vamos? Sí.

¿Me acompañas?

Vamos.

¿Y qué? ¿Muy lejos tu depa?

No, está cerca. Pero, oye, qué mal que te haya pasado eso.

Tan linda.

Ay, sí. Mi bicicleta era tan bonita.

Nuevecita. De las menas pumes.

...